Locanas: aberturas  en forma de mina, que permitía el paso de un hombre hacia la mina principal o canat de riego. Tienen una anchura media de unos 70 centímetros y una profundidad  variable de entre 4 a 20 metros. Accedían a través de ellas para el mantenimiento y observar el curso del agua y medir el caudal de agua en ese instante o de dias anteriores. La locana proporciona luz solar, aireación y lugar de escape al peligro de una gran avenida de agua de tormenta, etc.

Chimeneas verticales: son excavaciones verticales de  1,20 metros de diámetro  y una  altura variable según la altura del cerro por donde discurre el qanat. Se han medido alturas de  40 metros, habiendo de entre de  2 a 4 chimeneas o locanas por cada mina. Parece ser  que servian como catas del terreno para tener referencias en la construcción de las mismas pues se guiaban por las distintas capas del terreno sedimentadas con lo que conseguían el nivel de la conducción. Una vez terminadas  buscaban la jabaluna.Luego le quedaba la recompensa de la aireación, algo de luz y referencia para saber a que distancia  se encontraban, y también como escape y sacar troncos, barros y para el mantenimiento. En tiempos de guerra y asedios  estas entradas las tapaban con piedras, palos y jabalunas cubriendolas después con tierra apelmazada para así ocultarlas y camuflarlas con el suelo del entorno. Era el lugar ideal para coger agua por la noche.

Historiador ecologista inspeccionando mina de acequia de Benamaurel
Locana o chimenea de una mina de acequia de Benamaurel